miércoles, 11 de noviembre de 2009


Mi confrontación con la docencia



Soy Licenciada en Relaciones Comerciales, estudié en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Mi inicio en la docencia fue hace 13 años en 1996 y se debió a la oportunidad que se me presentó de trabajar en el Colegio de Bachilleres, en realidad cuando uno egresa de la Universidad va con la idea de desempeñar los conocimientos dentro de área profesional, no tengo formación docente y por lo tanto no me proyectaba a futuro como maestra. Pero afortunadamente a través de mi experiencia docente he adquirido herramientas didácticas con participaciones en cursos, diplomados, talleres los cuales me han permitido enriquecerme para mejorar mi trabajo.

A través del desarrollo de mi oficio me he dado cuenta de lo importante que es mi papel ante mis alumnos, es una responsabilidad muy grande el saber que soy un instrumento de apoyo por el cuál los jóvenes a mi cargo podrán obtener el conocimiento esperado y que sirve de base par su desarrollo profesional. Es gratificante cuando exalumnos me visitan y cuentan como les va en la universidad y reconocen que lo impartido en el bachiller les ayuda para emprender su aventura profesional. Por ello, el compromiso adquirido como docente de Educación Media Superior es importante ya que a diferencia de otros oficios, el ser maestro es tratar directamente con personas críticas, analíticas y reflexivas que van buscando su propio saber y a nosotros como profesores hace que nuestra labor sea digna, con lo cual logro la satisfacción profesional y personal en el sentido de comprometer mi capacidad de comprender y dialogar con mis alumnos y así reconstruir el sentido de mi profesión y resaltar la importancia de la materia prima que utilizo en mi labor: mis alumnos.

No obstante es importante reconocer que tenemos limitantes en nuestra labor docente incluidos aspectos institucionales: cuando hablamos de infraestructura en pésimas condiciones, falta de apoyo a proyectos importantes que se pueden manejar a nivel plantel, pero con la insatisfacción de no poder llevarlo a otros niveles y obtener el reconocimiento hacia el trabajo de los alumnos para motivarlos a seguir adelante. Aspectos sindicales: cuando sentimos que nuestra labor no es reconocida como quisiéramos y por que no, personal, cuando nuestro trabajo se ve mermado por cuestiones ajenas a nuestra labor y esto limita nuestra capacidad en ocasiones de dar lo mejor de sí. En mi caso la zona geográfica, social y cultural en la que laboro determina en su mayoría las circunstancias bajo las cuáles se trabaja: padres de familia, que intervienen desde una calificación para sus hijos cuando no es la esperada, hasta influir que maestro trabaja y cuál no, cuando éste no coopera con lo que la comunidad espera, sin importar los derechos del maestro en cuestión. Esto desmotiva en ocasiones la labor que uno como docente pretende llevar a cabo. Sin embargo todo lo anterior es parte de este trabajo que en realidad proporciona mas satisfacciones que insatisfacciones, el ver alumnos convertidos en profesionistas, inclusive algunos ya como compañeros de trabajo, me proporciona un enorme orgullo en lo que desempeño y desaparecen las situaciones grises para dar paso a la motivación de seguir adelante en nuestro quehacer docente.

1 comentario:

  1. Que tal Elisa:
    En relación a tu texto, te comento que esos sentimientos que has experimentado son semejantes a los que hemos experimentado la mayoría de los docentes, que no hemos sido preparados inicialmente para ello. La verdadera vocación es la que nos hace luchar contra todas las inclemencias que atinadamente comentas y el espíritu de servicio es el que nunca nos hará desfallecer.
    Felicidades.
    Ma. del Rocío

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